Allí estaré, hasta que los delfines
naden en el cielo y
canten
poemas de amor.
poemas de amor.
Allí estaré, hasta que la luna
deje de salir al
encuentro del sol
a recibir la luz del beso que le prometió.
Allí estaré, hasta que mi cuerpo
se convierta en
cenizas y no quede
más que polvo arrastrado
por la ventisca
que el ultimo viento sopló.
Allí estaré, a la espera de aquél Pegaso
que no se atrevió a
volar sobre las alas
de este inmenso amor.