Duermes… es justo en ese momento en que el
deseo asoma... y mientras duermes lejos de mí, viene el desahogo...
Quisiera estuvieras a mi lado, que estuviéramos haciendo
el amor con furia desenfrenada, que sientas esta pasión desbordada, exudada en
cada poro de mi cuerpo, este cuerpo que desea el tuyo, como nunca antes había
anhelado otro. Que saborees mis esencias y goces de mí plenamente, como nunca
otro me ha gozado.
Mientras duermes a distancia, te deseo con
locura, ahora y desde siempre, como se ambiciona lo que no se tiene.
Hoy te deseo como el último deseo de un condenado,
que mi lengua repase cada milímetro de tu cuerpo, que disfrutes todos los
rincones y cada pliegue del mío y me consumas hasta estar totalmente saciado y
no poder más de tanto éxtasis alcanzado.
Mientras duermes, no te percatas de este
exorbitante anhelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario